martes, 21 de julio de 2009

La leche: ¿El veneno blanco?

Por Nubia Valencia, el 6 Apr, 2008 en Salud y vida

Monsanto es una compañía con oficina principal en Illinois, que se encargó de desarrollar y comercializar la hormona Somatotropina bovina rBST bajo el nombre de POSILAC en 1994.

La rBST es una hormona protéica producida en la glándula pituitaria del ganado (vacas), conocida también como “hormona del crecimiento bovina”, BGH por sus siglas en inglés. Esta hormona se puede producir sintéticamente por una tecnología de ADN recombinante y se administra a las vacas en forma de inyección para incrementar la producción de leche.

Básicamente su uso ha venido siendo cuestionado no solo porque puede inducir algunos problemas en el ganado, como la aparición de mastitis, una infección en la ubre que debe ser tratada con antibióticos, sino también por sus efectos en la salud humana debido en primera instancia a que puede haber pus en el momento de ordeñar y que el antibiótico usado para tratar la mastitis aparece en la leche ocasionando resistencias posteriores a tratamientos con antibióticos.

Así mismo, con la inyección de esta hormona se incrementan dos sustancias: la somatotropina misma y un factor ligado a la producción de insulina conocido como IGF-1, que no es destruído en el proceso de pasteurización y pasa al torrente sanguíneo, incrementando la producción de diabetes, y de células cancerosas en seno, próstata y colon.

En años anteriores la comercialización de la rBST fue importante y su uso se popularizó entre los productores de leche por el incremento en los ingresos económicos de los granjeros al obtener más leche con un menor número de vacas.

Sin embargo los opositores al uso de esta sustancia no se hicieron esperar y fue así como
un empleado de la misma empresa se empeñó en dar a la luz pública los problemas sobre el uso de Posilac y cómo se le trató de sobornar para no suministrar dicha información. Él solicitó esto por escrito por parte de las directivas de la compañía con el fin de tener esa evidencia clara. Luego fue retirado de la empresa y la información fue revelada en las noticias de Fox.

Las compañías productoras de leche que decidieron no utilizar la hormona, colocan una etiqueta en el envase que resalta la no utilización de ella en el ganado, a lo cual se ha opuesto ampliamente Monsanto, y el grupo defensor de su uso llamado “AFACT”, o American Farmers for the Advancement and Conservation of Technology, a cuya entidad Monsanto da apoyo económico, y de quien hacen parte los mismos granjeros de Monsanto, un consultor en Colorado que es cliente de dicha empresa, y otro más, el grupo Osborn & Barr cuyo fundador también es uno de los fundadores de Monsanto, cuya compañía recibió en el 2006 un contrato para hacer publicidad a Posilac.
Aunque la FDA ha declarado que la hormona sintética no ofrece riesgos, muchos países han rechazado su aprobación.

Los supermercados han respondido y ahora en su gran mayoría, la leche que venden viene etiquetada como procedente de ganado “sin hormona artificial” en inglés “No artificial growth hormone” o “This milk is from cows not treated with rBST”.

AFACT a pesar de todo está lanzando una ofensiva en contra de estas etiquetas, promoviendo a nivel del comisionado de agricultura que se restrinja la colocación de esta información en la leche que se vende en el mercado, objetando que esto conlleva a que se considere que la calidad de la leche con hormona es inferior, y que los consumidores están pagando un precio más alto por aquella libre de hormona artificial; y de otro lado promoviendo que los productores de leche tienen el derecho a escoger la mejor tecnología.

¿Será entonces que no es importante si esta “alta tecnología” afecta la salud, en pro del beneficio económico de unos cuantos?

Para mayor información escriba a nubia@revistaelite.com

Con información de el New York Times/ Fotografía gr5 - sxc.hu


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