Alternativas para la obtención de calcio
“Y ahora que no puedo tomar más leche, de donde saco el calcio? Leche es alimento, el médico siempre dijo! Pero… Es un alimento tan rico! Un vasito de leche, un flan, una cremita sobre el pan…!” Esas y otras cuestiones que acostumbramos a escuchar en el consultorio, en la feria, en la escuela, en las conversaciones con amigos.
Si, es verdad. Todos precisamos de calcio. Los niños, para la formación correcta de huesos y dientes. Las mujeres en la menopausia, porque la disminución de la producción hormonal provoca descalcificación. Los ancianos necesitan de mucho calcio, a consecuencia del desgaste por los años.
Y también vale recordar que tomar leche es más que nada una cuestión cultural y afectiva. Gustamos de leche porque nos enseñaron a gustar, porque fue con eso que nuestros padres nos alimentaron después de desmamar, es nada más que un hábito. El mercado estimula este consumo, ofreciendo lácteos en las más variadas formas y hasta colores. Pero como adultos, como personas responsables por nuestra salud y la de los menores que cuidamos, dotados de capacidad de comprensión y libre albedrío, no debemos quedar fijados a antiguos hábitos que nos enfermaron. Vale hacer un esfuerzo y experimentar cosas nuevas y más saludables, que podemos muy bien sustituir esa vieja costumbre.
Y ahora vemos como es posible quedarnos tranquilos sin tener que tomar aquel 1 o
Ahora es solo usar la imaginación, la creatividad culinaria, o talvez los buenos libros y sitios de alimentación vegetariana para buscar nuevas recetas sin lácteos. Basta un poco de osadía y coraje para cambiar.
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