"Somos lo que comemos”, dijo el
“padre” de la medicina, el filósofo griego Hipócrates de Cos.
Nos intoxicamos y enfermamos en
función de lo que pensamos, de lo que sentimos y de lo que comemos. No, las
enfermedades no vienen llovidas del cielo y no es al azar que golpean a sus
victimas. Para que una enfermedad se desarrolle necesita un ambiente adecuado.
Por lo tanto, en lugar de buscar un “culpable” afuera quizás sea el momento de
mirar adentro de uno mismo. Nosotros somos responsables por nuestra vida y todo
lo que sucede con ella, inclusive por las enfermedades que producimos. Por eso
la enfermedad no debe ser vista como un castigo, y si como un camino que nos enseña
a entender lo que hacemos con nuestra vida y que hicimos para llegar donde
estamos.
Si pensamos que hay un gran
porcentaje de uruguayos con sobrepeso, hipertensión, altas tasas de colesterol
y de glicemia, ¿que podría eso tener que ver con nuestro estilo de vida y
alimentación?
En otro momento Hipócrates dice
que “tus fuerzas naturales, las que están adentro de ti, serán las que curarán
tus enfermedades.” Cuando dice eso el filósofo se refiere no solo a la fuerza
del pensamiento, al cultivo de la alegría y del buen humor en el día a día,
pero también a nuestro sistema inmunológico. Somos un mecanismo que tiene una
misma circulación sanguínea, un mismo sistema respiratorio, todo está
relacionado con todo. Debemos tratar a nuestro cuerpo con el mismo respeto que
tratamos al medio ambiente del cual hacemos parte. Así como cuidamos de no
ensuciar calles, parques, tierra y agua, precisamos cuidar de no ensuciarnos
por dentro con pensamientos, sentimientos y alimentos que no son adecuados y
además son perjudiciales a nuestro buen animo y a nuestro sistema inmunológico.
Esos alimentos son aquellos que
están más distanciados de lo natural. El azúcar, por ejemplo, es un falso
alimento. Un subproducto de la caña que recibió muchos tratamientos químicos y
se le extrajo todo su contenido nutricional para quedar con ese color blanco
que vemos. La leche es un alimento hormonal producido por la vaca para
alimentar a sus crias, no es para alimentar a seres humanos. Somos la única
especie animal que, en condiciones normales, toma leche de otra especie, y por
toda la vida. Si, la leche tiene calcio, pero no es para nosotros. Para seres
humanos existen otras fuentes de ese mineral, más abundantes y sanas. Los
cereales como el trigo y el arroz pasan por procesos de refino donde se le sacan
la mayoría de los nutrientes. Los salvados extraídos de esos cereales, la parte
más nutritiva, en general es destinada a la alimentación animal.
Vivimos en una sociedad que nos
estimula cada vez más a consumir productos industrializados, empobrecidos en
nutrientes y vitalidad – por vitalidad se entiende la fuerza vital que el
alimento tiene cuando es cosechado y que se va perdiendo mientras más se demore
en ser consumido. Junto con eso vienen altos niveles de estrese, cobranzas por
buen desempeño en las tareas laborales, estudiantiles, domesticas. El
crecimiento de la violencia, de ambientes contaminados, el miedo de andar por
la calle y sufrir algún tipo de violencia, miedo de estar solo.
Es por eso que proponemos
terapias que estimulan nuestras fuerzas internas, - nuestro sistema inmunológico - a trabajar para curar enfermedades.
La auriculoterapia
es la terapia que nos permite aplicar tratamientos de acupuntura a través de la
oreja.
Cuatrocientos años
antes de Cristo los libros de medicina China consideraban que la oreja no era
sólo un órgano, sino que tiene relación con todo el sistema del organismo. Se
conocía entonces, la relación que tiene la oreja con los 12 meridianos de
acupuntura y con los órganos internos como el estómago, el hígado, los riñones,
etcétera.
En la actualidad se
han descubierto y confirmado más de 200 puntos específicos en la oreja. Se han
tratado con auriculoterapia miles de pacientes con diferentes tipos de
padecimientos, obteniendo resultados positivos en 150 enfermedades y hace años
que en cirugía se usa con frecuencia para anestesiar, así como también en la
inducción y conducción de partos. Además de ser un gran auxiliar en
tratamientos de adelgazamiento, se obtiene mucho éxito en tratamientos de
desintoxicación, ansiedad, trastornos de pánico, alergias, problemas respiratorios,
disfunciones del deseo sexual, stress, hipertensión, insomnio.
Nuestra propuesta
de tratamiento es la combinación de la auriculoterapia con la orientación
nutricional. Esa orientación tiene por objetivo un replanteo de la manera de como
venimos alimentándonos, información al respecto de las consecuencias de la
ingestión de lo que no sirve para nuestro cuerpo y mente y finalmente una
reeducación alimentaria. Con eso conseguimos evitar y curar enfermedades (nunca
nos olvidemos que el sobrepeso no es sólo una cuestión estética, es una
enfermedad como cualquier otra) y hacer más eficiente el efecto de los
tratamientos medicamentosos en curso. O sea, con auriculoterapia y alimentación
equilibrada la persona que esté en tratamiento médico podrá llegar a la cura en
menos tiempo y con menos medicamentos y con seguridad mantendrá su salud por
mucho más tiempo.
El estado normal de
las personas debería ser la salud y la felicidad.
Verônica
Loss
Hola
ResponderEliminarRealmente tendríamos que tener mucho más en cuenta lo que comemos, no sabemos lo que tienen los productos, los insecticidas, lo que comen los animales que comemos, etc. He visto que hay un curso muy interesante sobre dietoterapia y lo quería compartir con vosotros, se llama Dietoterapia Naturista y Fibromialgia, tratará de esta enfermedad que la medicina alopática considera crónica e incurable y de cómo con la alimentación se puede tratar.
Saludos,